Entrevista Luis
Andrade

“La vida me conmueve, disfruto mucho estar aquí y quiero que otros se conmuevan conmigo, a través de mis dibujos”

Estamos con Luis Andrade, artista visual poblano, a quien conocí hace poco más de un año. Nuestro encuentro se dio de forma fluida y con naturalidad. Yo estaba armando una exposición en conjunto con una galería en la que él participaba, lo único que sabía era nombre y obviamente su obra. Recuerdo que unos días antes de la exposición, caminaba por el centro y entré a un “mercadito de arte”, identifiqué su estilo y me detuve, se acercó y lo primero que pregunté fue: ¿eres Luis Andrade?

Luis, cuéntanos de ti, sobre ti. ¿Cómo fue que terminaste siendo un artista visual?

¡Hola!, antes que nada, agradezco mucho el espacio para tener esta conversación contigo.

Cuando inicie la carrera de ingeniería en ciencias de la computación descubrí y practique la fotografía. Ese fue mi primer acercamiento formal al arte. Después de terminar los estudios universitarios estuve trabajando como artista 3D haciendo modelos tridimensionales de elevaciones arquitectónicas. A la par intentaba que mi carrera fotográfica despegara, pero no logré los resultados deseados.  En el 2015 retomé el dibujo, una actividad siempre disfruté y había dejado por mucho tiempo. Al año siguiente renuncié a mí último trabajo asalariado y después de un viaje decidí que quería ser artista el resto de mi vida. Usando la tinta como medio y mis ahorros para subsistir comencé a dibujar y vender en bazares y eventos de ilustración. Así comenzó todo.

 

Hay algo que me llama la atención de tu personalidad, y es que te percibo alegre, optimista -sin caer en un algo actuado o falso-, ¿esta vibra qué tanto tiene que ver con “lo que haces”?

Creo profundamente que la vida es maravillosa, cruel y extraña. No tiene ningún sentido si no se disfruta todo, cada hoja, cada rayo de luz.  Me cuesta mucho producir a partir de la tristeza y sentimientos negativos, pero como dice Neil Gaiman, pase lo que pase, haz buen arte. Intento aplicar esa sentencia, pero la verdad es que me siento mucho mejor artista y me gusta más lo que hago y quien soy, cuando creo a partir del bienestar. No creo en el mito del artista bohemio y melancólico, yo busco el equilibrio y salud en todos los niveles. La vida me conmueve, disfruto mucho estar aquí y quiero que otros se conmuevan conmigo, a través de mis dibujos.

 

Eres versátil, vemos que haces tinta, pero acuarela, pero igual un carboncillo, ¿Qué estilo disfrutas más?

Cuando empecé a dibujar me decanté por la tinta. Estaba hipnotizado por el contraste y la calidez de esta técnica. El mundo que imaginaba solo podía ser expresado a través del blanco y negro. Así fue durante los primeros dos años.

Desde hace unos meses estoy experimentando con la temática de mi obra y eso incluye las técnicas. El uso de una u otra depende de lo que quiero expresar y me pregunto: ¿cuál es la forma más potente en qué puedo lograr eso? Busco la experiencia estética, como la que describe Roland Barthes una flecha que sale de la imagen y me hiere.

No puedo decidir qué estilo disfruto más, cada uno tiene sus particularidades y su belleza. Lo que es verdad es que algunas variantes de la tinta exigen más paciencia y últimamente busco la libertad y el dinamismo del trazo, una cualidad orgánica que otras técnicas pueden ofrecerme.

 

¿Cuál es la temática de tu obra?, ¿Qué o quiénes te inspiran?, ¿sigues algún artista?

En los primeros dos años de mi producción los temas eran sobre nuestras sensaciones más primitivas como los temores y lo sueños. Emprendí una exploración como cuando un niño reconoce el mundo lo rodea. Ahora mi búsqueda está orientada a situaciones más personales y cotidianas. Tal vez hasta cierto punto más adultas.

Los artistas que más me inspiran son de quienes me rodeo, Oglinda, Isabel Gaspar, Isabel Tello, Karina Janis son mis guías involuntarios. Me hacen reflexionar sobre la vida, me comparten su obra y procesos creativos, cuestionan y me dan sugerencias sobre cómo resolver esto o aquello. Antes de decidir convertirme en artista estaba muy afectado por los cómics de Tony Sandoval, el trabajo visual de William Kentridge y las ilustraciones fantásticas de Yoshitaka Amano. Siguen siendo mis maestros y recurro a su trabajo en busca de inspiración, paletas de colores o el uso de diferentes técnicas.

 

Finalmente, ¿Cómo te gusta ver enmarcada tu obra?, ¿tienes alguna anécdota a la hora de mandar a enmarcar?, ¿Qué enmarcado le recomendarías a quienes compran tu obra?

Para mí es muy importante que mi obra pase a formar parte de los espacios y la vida de otras personas. Al inicio de mi carrera no conocía un lugar para enmarcar con los estándares de calidad que me hicieran sentir satisfecho, así que yo mismo hacía el montaje, pero pronto eso se volvió insostenible por cuestiones de tiempo y porque no soy experto en eso. Afortunadamente conocí BARRA DE MARCOS, a través de una colaboración y desde las primeras obras que me enmarcaron quedé muy impresionado. Ahora dejó totalmente a su criterio los montajes de mis dibujos que expongo y vendo.

El marco es una parte de la obra, la hace más fuerte. Soy fan del marco tipo caja, de madera, con la obra al fondo. Me gusta que la obra viva en ese espacio tridimensional. Este marco hace más fuerte la impresión visual y el mensaje que deseo transmitir. Lo recomiendo ampliamente a quienes adquieren mi obra, aunque yo siempre dejo la decisión del marco y los colores a los expertos. Ya no me preocupo.  Mi consejo para quienes adquieren obra o simplemente van a enmarcar es déjense guiar en BARRA DE MARCOS.

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